Buscar empleo no es una tarea sencilla, requiere de mucha dedicación previa para estar preparado en el momento que te surja una oportunidad de una entrevista de trabajo. Por eso, depende de cómo lo afrontes, tendrás ya parte del camino resuelto. En caso de que no sepas qué debes hacer el día de la entrevista, te traemos cuatro consejos que te ayudarán a afrontarlo de una manera más sencilla.

La preparación previa, la pieza fundamental

Ir a una entrevista de trabajo, es el momento perfecto para tratar de vendernos a nosotros mismos de la mejor manera posible. Es muy importante acudir con cierta seguridad, para trasmitir confianza y credibilidad a la persona que nos vaya a realizar la entrevista.

Es fundamental tener muy interiorizado nuestro currículum vitae. De esta forma, sonaremos convincentes ante el departamento de recursos humanos o la persona con la que nos reunamos. Si no lo tienes interiorizado, ensáyalo las veces que sean necesarias hasta que lo tengas totalmente aprendido.

Intenta sorprender durante la entrevista

En muchas ocasiones, intentamos concentrar toda la información de nuestra vida laboral en una sola hoja de currículum. Sin embargo, es recomendable dar un aporte de valor a lo que se puede encontrar en el papel. Para ello, infórmate sobre la empresa e intenta adaptarlo a tus conocimientos.

Evita quedarte en blanco

Aunque la mayoría de entrevistadores suele preguntar cuestiones relacionadas con el currículum, podemos encontrarnos con situaciones en las que no sepamos que contestar. Trata de evitarlo, preparándote varias posibles respuestas ante preguntas que no sean esperadas.

La primera impresión es lo que cuenta

Por muy preparado que estés previamente, si das una impresión negativa desde el principio, no te valorarán como es debido. Cuidar bien la imagen es fundamental, evita presentarte en chándal o con mal aspecto, ya que eso te restará puntos de cara a conseguir el puesto de trabajo.

También es importante la manera de comportarnos en el desarrollo de la entrevista. Interrumpir constantemente o sentarnos con una mala postura, hará que el entrevistador pierda interés en lo que le vayamos a contar.